Hay tanto para analizar y, más aún, para tratar de resolver.
Tanto desde lo individual como desde lo colectivo, siempre surgen cuestiones que nos obligan a planificar nuevas y mejores acciones. Evaluar sobre la urgente necesidad y la posibilidad del deseo, en mi caso considero que es un conflicto arraigado en el centro del ser, en la encrucijada misma de la condición humana.
Sin embargo, me resisto firmemente a hablar de condiciones porque me resulta derivada de la noción de condicionamiento, y me opongo visceralmente a todo determinismo "a priori", a toda «receta mágica» que, cual panacea, garantice la resolución de todo. Y no porque caiga en relativismos, ni porque reniegue de valores, leyes y principios obvios, sino porque aprendí crudamente que las "etiquetas" por sí solas no garantizan nada, y que siempre hay un margen de error pero también una inmensa chance para innovar y aportar creativamente. Y esto último sí que me gusta entrañablemente: esto último, para mí es lo primero y primordial.
Si bien todo influye en todos, sigue estimulándome la posibilidad continua de apostar activamente a la esperanza, es decir, aportar ensoñadoramente a la liberación de todos. Igualitaria y solidariamente, surgirá floreciente la libertad que tanto anhelamos, y no de otra manera.
Hacer lo posible (y más aún) por abrazarlos a todos ustedes con estas alas de tinta y de papel, sigue siendo uno de mis motores vitales.
Y pese a que esto tampoco asegure una "idílica armonía" eterna, sí es un puente entre corazones, tendido sobre abismos de soled e incomprensión.
Aún son tiempos de inequidades e injusticias, pero no podemos regalarnos al derrotismo, ni mucho menos rendirnos sin siquiera luchar.
Yo no me conformo con, simplemente, defender la alegría, ¡sino que deseo y necesito furiosamente un aluvión de alegrías atacando por doquier!
Será por esto que nunca concibo especulaciones sobre mi condición humana, porque reafirmo vigorosamente mi "convicción humana", ¡mis incandescentes ganas de seguir cultivando ansias, hacia el futuro!
Zapata, Fernando Adrián
Publicado en Panza Verde, número 214 1ª quincena mar 2010
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