Personajes conocidos, funcionarios provinciales y munici- pales, ex policías, aventureros y hasta impro- visados cantineros se hacen presente año tras año en esta fiesta que ya dejó de ser popular para pasar a ser un simple negocio de los que a la sombra de algún "padrinazgo" político o simplemente con el "tráfico de influencia" de alguna circunstancial situación de cercanía o amistad con algún funcionario que "define" en el tema en cuestión y de ésa manera realizar los "negocios" que mas se parecen a negociados, porqué siempre habrá una estructura estatal para "respaldar" el accionar de oportunistas y aventureros presentes.
Para nombrar algunos y en el rubro "publicidad en manga" el "reparto" de "ploteados" (deben ir en la manga del corsódromo, imaginen la importancia y sobre todo el valor monetario) corrió por cuenta de una hija del ex policía Spil, dueño de muchos emprendimientos en Puerto Yeruá y Concordia, y el funcionario provincial Bachman, quién ya estuvo ligado a los célebres Hofman y Chiarello en la "organización" de la fiesta de la citricultura que éste año pasado no se realizó. Ellos son funcionarios. Uno en la CAFESG, Hofman y Bachman en el gobierno provincial. El mencionado Spil, padre de la chica que "ganó" la licitación, es proveedor de los "comederos" comunitarios y también tiene uno en Puerto, como así también posee unas cuantas hectáreas en la misma localidad, varias propiedades y un Drugstore en la intersección de Colón y Primero de Mayo. Regentea las cantinas detrás de las tribunas, cuyas parrillas se habrían fabricado en Vialidad provincial. Otro ex funcionario policial de apellido Dutra, sería quién "maneja" la venta de entradas y habría ganado la licitación al haber presentado un valor mucho mas bajo que sus competidores. La suma sería de $4.000 pero lo llamativo es que el año pasado, por igual prestación se habría cotizado $9.000. Entendidos en el tema, no encuentran explicación al "fenómeno" ya que es de público conocimiento el aumento sistemático de las cosas y de los servicios, salvo que la explicación esté contenida en la repetición de los números del Código de barras del carnaval 2010, lo que explicaría el valor presentado. Todas las actuaciones bajo la "atenta" vigilancia del representante del Municipio, el popular "loro" Rodríguez.
Se comenta también que Spilsería propietario de un galpón céntrico denominado El Punto, en calle Pellegrini donde antiguamente funcionara un campo de fútbol 5, hoy convertido en depósito de mercaderías que serían distribuidas en los comedores barriales. En dichas dependencias y llamativamente se lo ve a un hijo de un estrecho colaborador del mismísimo gobernador Urribarri, el hijo del popular "loro" Garramone. Según los dichos que se le atribuyen al propio Spil, el local habría sido adquirido en 1.000.000 de pesos que siempre según el mismo personaje, le facturaría a la provincia la bonita suma de 300.000 pesos mensuales, haciendo las veces de intermediario entre la provincia y un reconocido distribuidor mayorista de la zona de la facultad, que paradójicamente siempre "gana" las licitaciones por venta de mercaderías a la Municipalidad o a la Provincia. Tal vez un día de és-tos, la Provincia compre en forma directa evitando los muy caros intermediarios.
Dice el viejo dicho popular: "No tiene la culpa el chancho, sino quién le da de comer". Se privatizó la fiesta de la citricultura y el año pasado no se realizó. La popular fiesta de carnaval, aunque lo nieguen, se privatizó y es un festival de negocios o negociados como el relatado. En materias de tareas esencialmente municipales, se han tercerizado servicios a favor de cooperativas y pseudos cooperativas, pero con un punto común. Siempre hay detrás de las mismas algún amigo del poder, o algún compromiso político que "realizará" las tareas que debieron realizar los municipales, poniendo en riesgo así, la fuente laboral. En el caso de las fiestas, lamentablemente nuestra ciudad ya ha perdido la realización de la Fiesta de la citricultura, fiesta por excelencia de Concordia y si seguimos a-sí, sería una verdadera lástima que también se perdiera después de haberla recuperado para la ciudad, la fiesta popular del carnaval.
Juan José Cornu.
Publicado en Panza Verde, número 214 1ª quincena mar 2010
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